Un nuevo informe de la Agencia de Naciones
Unidas para los Refugiados (ACNUR) revela que cada vez son más las
personas en el sureste asiático que ponen en riesgo sus vidas en barcas
de traficantes pese a la violencia y abusos que sufren durante la
travesía.
En conferencia de prensa en Ginebra, William Spindler,
portavoz del ACNUR, citó informes y fuentes locales para estimar que en
lo que va de año, aproximadamente 54.000 personas emprendieron estos
viajes marítimos irregulares. Esto incluye a más de 53.000 personas que
huyeron de la Bahía de Bengala hacia Tailandia y Malasia.
“Las
partidas este mes de octubre han subido frente a otros años. Unos 21.000
rohingya y bangladesíes emprendieron el peligroso viaje, un incremento
de 37 por ciento frente al mismo lapso del año pasado. Se cree que 10
por ciento son mujeres. En torno a un tercio de los supervivientes
entrevistados por el ACNUR en Tailandia y Malasia eran menores de 18
años”, dijo.
Se calcula que en total, unas 120.000 personas han
embarcado en estos viajes desde principios de 2012. Las cantidades que
han de pagar a los traficantes para una de estas travesías oscilan entre
los 1.600 y 2.400 dólares por persona. En los últimos tres años, estos
grupos de delincuentes habrían generado cerca de 250 millones de dólares
en ingresos.
Unidas para los Refugiados (ACNUR) revela que cada vez son más las
personas en el sureste asiático que ponen en riesgo sus vidas en barcas
de traficantes pese a la violencia y abusos que sufren durante la
travesía.
En conferencia de prensa en Ginebra, William Spindler,
portavoz del ACNUR, citó informes y fuentes locales para estimar que en
lo que va de año, aproximadamente 54.000 personas emprendieron estos
viajes marítimos irregulares. Esto incluye a más de 53.000 personas que
huyeron de la Bahía de Bengala hacia Tailandia y Malasia.
“Las
partidas este mes de octubre han subido frente a otros años. Unos 21.000
rohingya y bangladesíes emprendieron el peligroso viaje, un incremento
de 37 por ciento frente al mismo lapso del año pasado. Se cree que 10
por ciento son mujeres. En torno a un tercio de los supervivientes
entrevistados por el ACNUR en Tailandia y Malasia eran menores de 18
años”, dijo.
Se calcula que en total, unas 120.000 personas han
embarcado en estos viajes desde principios de 2012. Las cantidades que
han de pagar a los traficantes para una de estas travesías oscilan entre
los 1.600 y 2.400 dólares por persona. En los últimos tres años, estos
grupos de delincuentes habrían generado cerca de 250 millones de dólares
en ingresos.
ONU
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