Tras aprobar dos medidas de
procedimiento por amplio margen, el pleno del Senado dejó abierto el
debate de un proyecto de ley redactado por un grupo bipartidista de ocho
senadores que busca condicionar a un reforzamiento de la seguridad
fronteriza la opción a la naturalización de los 11 millones de
inmigrantes sin papeles que no tengan prontuario policial, que paguen
multas por 2.000 dólares y que pasen 10 años con un estatus provisional
que les permita trabajar y viajar al extranjero.
Hasta
la noche del martes, 16 senadores habían presentado 46 enmiendas al
proyecto de ley -incluyendo 11 con estrictas correcciones técnicas- y se
esperaba que la cifra aumentara durante las próximas horas.
El
demócrata por Vermont Patrick Leahy introdujo tres enmiendas al
comenzar el debate, incluyendo una para garantizar los mismos derechos a
las parejas homosexuales que a las heterosexuales, como el poder
solicitar la residencia y ciudadanía de la pareja gay que no tiene
estatus legal.
Leahy había desistido de
presentar esa enmienda durante el debate celebrado el mes pasado por la
comisión judicial que él preside, ante las advertencias de dos senadores
republicanos autores del proyecto de ley de que esa enmienda los
obligaría no solo a votar en contra sino a abandonar el llamado grupo de
los ocho.
"La búsqueda de protección legal
igualitaria para la comunidad LGBT es lo correcto. Ahora que el Senado
en pleno se dedica a debatir el proyecto de ley migratoria, la pelea por
la igualdad debe continuar", indicó.
El
republicano por Iowa Chuck Grassley presentó una enmienda para que el
departamento de Seguridad Nacional (DHS por sus siglas en inglés)
certifique haber logrado control efectivo de la frontera con México
durante seis meses antes de que los inmigrantes sin documentos puedan
comenzar los trámites para su legalización.
El proyecto de ley actualmente establece que los interesados pueden iniciar los trámites para su legalización después de que DHS presente al Congreso dos planes de seguridad fronteriza.
"El
resultado es que los indocumentados se legalizarán después de que un
mero plan sea presentado, aún si los planes tienen fallas", dijo
Grassley. "Quiero cambiar eso. El estatus temporal es una legalización
permanente de facto. Todos sabemos que nunca será retirado y que nunca
terminará".
Grassley ya había presentado esa
enmienda durante el debate celebrado por la comisión judicial, que la
rechazó con votación 6-12.
El jefe de la
bancada republicana, el senador por Kentucky Mitch McConnell, dijo el
martes que el proyecto de ley incluye "errores serios" pero que votó a
favor de debatirlo porque "en los próximos días serán necesarios cambios
importantes en este proyecto de ley si ha de convertirse en ley. Estos
incluyen, pero no se limitan, a las áreas de seguridad fronteriza,
beneficios gubernamentales e impuestos", indicó.
Los
ocho autores del proyecto en el Senado se han mantenido unidos hasta el
momento para rechazar enmiendas que pondrían en riesgo la esencia de su
iniciativa, pero varios senadores preparan enmiendas sobre asuntos
polémicos como seguridad fronteriza, pago de impuestos atrasados y
seguro médico.
Uno de los ocho autores del
proyecto de ley, el demócrata por Nueva York Chuck Schumer, dijo a los
senadores que critican a la iniciativa por considerar que no garantiza
de manera adecuada la seguridad fronteriza que "si tienen una mejor
idea, díganla".
"Ustedes pueden discrepar sobre si el proyecto de ley logra lo suficiente, pero no digan que no hace nada"
El
grupo de ocho senadores que redactaron el proyecto lo completan los
demócratas Michael Bennet, de Colorado; Dick Durbin, de Illinois; y Bob
Menéndez, de Nueva Jersey; y los republicanos John McCain, de Arizona;
Lindsay Graham, de Carolina del Sur; Jeff Flake, de Arizona; y Marco
Rubio, de Florida.
Al ejercer el derecho de
palabra justo después de Schumer, el republicano por Texas Ted Cruz
advirtió que el proyecto de ley tal como está redactado "no será
aprobado en la cámara baja. Y si llegara a convertirse en ley, no
resolverá el problema de inmigración ilegal, lo exacerbará".
"La
conducta de la Casa Blanca y de los senadores demócratas que adelantan
este proceso sugiere que están más interesados en encontrar un tema de
campaña para 2014 y 2016 que en arreglar el sistema migratorio", dijo el
senador de ancestros cubanos.
"De todos los
elementos de este proyecto de ley, la opción a la naturalización (para
los inmigrantes sin papeles) es el más dicisivo. Ese es el tema en que
la Casa Blanca y los senadores demócratas, al insistir en eso, destinan
el proyecto de ley a ser rechazado".
Al
dirigirse a congresistas horas antes durante un discurso pronunciado en
la Casa Blanca, Obama indicó que "no hay ninguna razón de peso para
acudir a tecnicismos burocráticos o al obstruccionismo para bloquear la
mejor oportunidad que hemos tenido en años".
"Si
usted piensa que un sistema (migratorio) disfuncional es lo que mejor
que Estados Unidos puede alcanzar, supongo que tendría sentido intentar
bloquearlo", señaló Obama mientras estuvo acompañado por representantes
de cuerpos de seguridad, empresarios, sindicalistas, religiosos y
funcionarios electos de ambos partidos.
"Pero
si usted es serio y sincero sobre arreglar el sistema disfuncional, éste
es el vehículo para hacerlo. Y éste es el momento para hacerlo",
agregó. "No hay ninguna razón que impida al Congreso terminar esto antes
de que termine el verano".
Diego Sánchez, un
"dreamer" de 22 años al que Obama citó el martes como un ejemplo de los
jóvenes que llegaron de niños al país sin papeles y podrían regularizar
su situación migratoria con la reforma, afirmó que era importante que
ahora "que el proyecto de ley va a ser debatido, el presidente siga
empujando por su lado".
"El voto en el Senado
va a presionar para que actúen" los legisladores de la Cámara Baja, dijo
vía telefónica a AP el estudiante oriundo de la provincia argentina de
Chaco que llegó a Estados Unidos con visa de turista en 1999 junto a sus
padres y dos hermanas.
El senador demócrata
por Virginia Tim Kaine intervino en español en el pleno del Senado para
expresar su apoyo a la reforma migratoria.
"Creo
que es apropiado que tome unos pocos minutos para explicar la
legislación en español, un lenguaje que ha sido hablado en este país
desde que misioneros españoles fundaron a San Agustín, Florida, en
1565", indicó. "El español también es hablado por casi cuarenta millones
de Americanos con mucho invertido en el resultado de este debate."
Algunos
republicanos dijeron que quieren fortalecer las disposiciones sobre
seguridad en la frontera para poder votar por el proyecto.
En
el Senado, los partidarios del proyecto trabajaban para determinar qué
medidas podrían aceptar para asegurarse más votos del bando republicano
sin perder el respaldo de los demócratas. Buscan una prueba de apoyo
resonante del Senado, de mayoría demócrata, para presionar a la cámara
baja, de mayoría republicana.
Las verdaderas
batallas ocurrirán en las próximas semanas, porque el demócrata por
Nevada Harry Reid, líder de la bancada mayoritaria en el Senado, espera
aprobar la iniciativa antes del 4 de julio.
El
presidente de la cámara baja, el republicano por Ohio John Boehner,
expresó el martes antes de la alocución de Obama su optimismo de que el
Congreso apruebe este año la reforma migratoria.
"Creo
que antes de fin de año podríamos tener un proyecto de ley", dijo
Boehner durante una entrevista concedida a la televisora ABC.
Mientras
el Senado se apresta a debatir un proyecto de ley integral, un grupo
bipartidista de siete representantes en la cámara baja -controlada por
republicanos- aún no ha presentado su versión de una reforma integral
pese a que negocia de manera interrumpida desde 2009 a puertas cerradas.
Pero
Boehner afirmó que la expectativa es que "tengamos una versión final,
que salga de la comisión de asuntos jurídicos, a finales de junio. Creo
que es importante que la cámara baja produzca su versión en este tema. Y
espero que la versión de la cámara baja estará a la derecha de donde
está el Senado".
La Casa Blanca había
exhortado públicamente la semana pasada a Boehner para que aborde la
reforma migratoria antes del receso veraniego previsto a partir del 2 de
agosto.
El representante demócrata por
California Xavier Becerra, integrante del grupo bipartidista, anunció el
martes que el grupo planea presentar públicamente su proyecto de ley
integral durante las próximas dos semanas y adelantó que no incluirá
diferencias importantes con la versión debatida en el Senado.
"En
una semana o dos los que trabajamos en la cámara para redactar
legislación deberíamos estar preparados para difundir un proyecto de ley
bipartidista que complemente el trabajo que realiza el Senado", dijo
Becerra. "No será tan difícil. No es reinventar la rueda. Sabemos qué
hace falta", agregó
El grupo de los siete en
la cámara baja lo completan los demócratas Luis Gutiérrez (Illinois),
Zoe Logfren (California) y John Karmuth (Kentucky) y los republicanos
Mario Diaz-Balart (Florida), John Carter y Sam Johnson, ambos por Texas.
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