Miles de fieles se congregaron en la Plaza de San Pedro y observaron el humo negro salir en medio de una noche nublada, luego de una jornada llena de rituales y simbolismos en el Vaticano.
Tras oraciones para pedir guía divina, los 115 cardenales de mitras y capas rojas hicieron un solemne juramento de no divulgar detalles de sus deliberaciones. Posteriormente se recluyeron tras las pesadas puertas de madera de la Capilla Sixtina.
Ningún cónclave de la era moderna ha elegido a un Papa en su primer día y algunos cardenales especularon esta semana con que el proceso podría durar cuatro o cinco días, antes de que los cardenales escojan al hombre que sucederá a Benedicto XVI, quien renunció inesperadamente el mes pasado.
Los llamados "Príncipes de la Iglesia" pasarán la noche en el hotel del Vaticano antes de regresar el miércoles a la Capilla Sixtina a las 0830 GMT para continuar con sus votaciones. Se prevén dos rondas por la mañana y otras dos por la tarde.
Hasta que se escoja al nuevo pontífice, su único medio de comunicación con el exterior será el humo que saldrá de la chimenea de la Capilla: negro cuando las sesiones terminan sin resultados y blanco cuando se ha elegido al Papa.
Quien sea que se convierta en el Papa número 266 en los 2.000 años de la Iglesia Católica enfrentará una serie de dificultades, incluyendo los escándalos por abusos sexuales, las disputas internas del Vaticano y el creciente secularismo en el corazón de Europa y en otras regiones.
SIN FAVORITO A LA VISTA
Todavía no ha emergido un favorito claro y algunos prelados están presionando por un mayor control de la criticada administración central, conocida como la Curia, mientras que otros desean un poderoso pastor que promueva la fe en todo el mundo.Fuentes vaticanas dicen que el italiano Angelo Scola y el brasileño Odilo Scherer han emergido como los hombres a batir. El primero devolvería el papado a Italia por primera vez en 35 años, mientras que el segundo sería el primer Papa no europeo en 1.300 años.
Sin embargo, también se han mencionado otros candidatos de numerosas nacionalidades, como los cardenales estadounidenses Timothy Dolan y Sean O'Malley, el canadiense Marc Ouellet y el argentino Leonardo Sandri.
Cánticos en latín acompañaron a los cardenales mientras realizaban una procesión hacia la Capilla Sixtina, con la versión de Miguel Angel de la escena del Juicio Final en el muro de fondo y su imagen de la mano de Dios dando vida a Adán en el techo del famoso edificio.
Las puertas de la Capilla Sixtina se cerraron a las 17.34 hora local (1634 GMT), después de que el maestro de ceremonias, Guido Marini, dijo en latín "Extra Ommes" (todos afuera) para ordenar a todas las personas que no están vinculadas con el proceso que dejaran el lugar.
Multitudes de turistas e italianos se reunieron rápidamente en la vasta plaza para observar el famoso humo y entre ellos se encontraba el ex presidente de la Comisión Europea Romano Prodi.
"Sólo vine a ver esto como un ciudadano cualquiera", dijo a Reuters mientras estaba acompañado por su familia.
La policía detuvo a dos personas que realizaron una breve protesta semidesnudas en contra de Iglesia ante varios equipos de televisión que acudieron desde todas partes del mundo para cubrir el cónclave.
Antes del inicio del cónclave se desarrolló una misa en la Basílica de San Pedro, donde el cardenal italiano Angelo Sodano pidió por la unidad de la Iglesia e instó al resto de los prelados a apoyar al futuro Papa.
"Hermanos míos, oremos para que el Señor nos garantice un pontífice que abrace esta noble misión con un corazón generoso", dijo durante la homilía.
MAS ALLA DE EUROPA
Los fieles reunidos en Roma esperan que su nuevo líder lleve adelante cambios en la institución luego del complejo papado de ocho años de Benedicto XVI."El debe ser un gran pastor con un enorme corazón y también tener la capacidad para confrontar los problemas de la Iglesia, que son muy grandes", dijo Maria Dasdores Paz, una monja brasileña que asistió a la misa del martes. "Cada día parecen ser más", declaró.
El mes pasado, el único cardenal elector británico decidió no participar en el cónclave y pidió disculpas por conductas sexuales inapropiadas exhibidas en el pasado.
Todos los prelados que participan en el cónclave fueron elegidos por Benedicto XVI o por su predecesor polaco Juan Pablo II, y el próximo pontífice casi con seguridad continuará con su feroz defensa de las enseñanzas morales tradicionales.
Benedicto XVI y Juan Pablo II fueron criticados por no poder reformar la burocracia del Vaticano, asediado por denuncias de intrigas e incompetencias, y algunos hombres de la Iglesia creen el próximo Papa debe ser un buen gestor o poner al menos un buen equipo de dirección bajo su ala.
Fuentes vaticanas dicen que Scola, que ha gestionado dos grandes diócesis italianas, podría ser el mejor situado para entender la política bizantina de la administración del Vaticano, de la cual no es parte, y por tanto ser capaz de introducir rápidas reformas.
Según las fuentes, la Curia respalda a Scherer, que trabajó en la Congregación de Obispos del Vaticano durante siete años antes de dirigir la diócesis brasileña de Sao Paulo, la mayor en el país con más católicos del mundo.
Ya que sólo un 24 por ciento de los católicos vive en Europa, están creciendo las presiones dentro de la Iglesia para elegir un pontífice de cualquier otro lugar del mundo que ofrezca una perspectiva diferente.
Los cardenales latinoamericanos se preocuparían más por la pobreza y el aumento de las iglesias evangélicas que por cuestiones sobre materialismo y abusos sexuales que dominan en Occidente, mientras que el crecimiento del Islam es una preocupación importante para la Iglesia en Africa y Asia.
(Reporte adicional de Naomi O'Leary y Tom Heneghan. Editado en español por Marion Giraldo y Ana Laura Mittidieri)
Via Reuters
No hay comentarios:
Publicar un comentario